Acepte a Jesús como su Señor y Salvador. Sígale a el, por encima del mundo de este o cualquiera, que él sea para usted : El camino, la verdad y la vida. Más allá de él, solo existe confusión, oscuridad, y mentiras.
Sí pone a Jesús en el centro de su vida, no es que desaparezcan las dificultades ni los conflictos, pero usted tendrá la capacidad de llevarlos y superarlos porque a su vez, usted será llevado por los brazos del amor, y ese amor infinito e incondicional solo tiene un nombre: Jesús.
¡Sígale, como yo igual trato de seguirle!
Sí pone a Jesús en el centro de su vida, no es que desaparezcan las dificultades ni los conflictos, pero usted tendrá la capacidad de llevarlos y superarlos porque a su vez, usted será llevado por los brazos del amor, y ese amor infinito e incondicional solo tiene un nombre: Jesús.
¡Sígale, como yo igual trato de seguirle!
Pintura y Escrito
Oscar Basurto Carbonell
Pensamientos Espirituales
Armonía y Paz
Reflexiones sobre el perdón
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